Haunted Nights. Ellen Datlow y Lisa Morton (eds.). Blumhouse Books (Anchor Books). 2017
Una antología de relatos ambientada en Halloween.
Hace unos años decidí dedicar el mes de octubre a lecturas relacionadas con Halloween, desde ensayos sobre la fiesta (que me interesa desde que, siendo un mico, veía cómo se celebraba en las películas estadounidenses, como E. T.) hasta ficción que se desarrolla en ella o la emplea como alguno de sus motivos.
Entre otras cosas, han ido cayendo Trick or Treat, de Lisa Morton, Halloween: la muerte sale de fiesta, de David J. Skal, A Night in the Lonesome October, de Roger Zelazny, o Something Wicked This Way Comes, de Bradbury.
Este año me he decantado por El árbol de las brujas (Bradbury otra vez) y este Haunted Nights, que es una antología de relatos editada por Ellen Datlow y Lisa Morton, cuyo nexo de unión es que todos ellos acontecen durante la festividad.
Me propuse además un ritmo de lectura de un relato al día para terminarla justo el día 31, algo que he cumplido religiosamente pese a la gran longitud de alguno de ellos.
He disfrutado mucho de la antología. En general tiene un nivel muy alto y puede decirse que cada uno de los relatos aborda algún aspecto de Halloween distinto. Vamos, que hay donde picotear: desde la leyenda de Jack'o'Lantern hasta el Día de Muertos mexicano, pasando por los argumentos más pulp o las raíces irlandesas de la fiesta. Incluso hay uno futurista. Son un total de 16 relatos, más una introducción de Lisa Morton con unas pinceladas sobre los orígenes de la fiesta.
Me han gustado prácticamente todos los relatos, pero para mí hay cuatro que sobresalen del resto:
Lost in the Dark, de John Langan. Este relato ha entrado por méritos propios en el selecto club de "literatura que me ha dado pesadillas" (del que forman parte como cuatro obras o así solamente). Langan pisa a fondo con una historia en forma de muñeca rusa sobre una película found footage que podría ser más real de lo que parece, haciendo, por un lado, que nos preguntemos si no habrá algo de verdad en todo lo que nos cuenta, y, por otro, que nos impliquemos tanto como para ver literalmente las imágenes del film desfilando ante nuestros ojos, cual espectadores de cine. Aquí está el mejor Langan: el que habla de ficción como si fuera realidad haciéndote dudar, el que juega con los formatos y con las expectativas, y el que, a través de un lenguaje aparentemente sencillo te involucra en la historia hasta las trancas. Es un relato soberbio y el mejor (y más largo, con diferencia) de toda la antología.
Sisters, de Brian Evenson: una cosa tremendamente desasosegante y extraña con un final brutal, absolutamente perfecto.
We're Never Inviting Amber Again, de S. P. Miskowski: solo por la voz del odioso protagonista ya merece la pena. Es una breve joya de patetismo con un final anticlimático y una ejecución magistral.
Witch Hazel, de Jeffrey Ford: un relato muy malrollero, con una ambientación muy oscura, que en ocasiones me ha recordado a los relatos más crudos y secos de Laird Barron. Y todo ello con un estilo objetivo e impersonal, a modo de crónica de los luctuosos sucesos acontecidos en una noche de Halloween del siglo XIX.
The Seventeenth Year Itch, de Garth Nix: una gozada deudora de los comics clásicos de terror tipo Tales from the Crypt. Un page turner, que dicen por ahí.
Menciones especiales a Wick's End (Joanna Parypinski) por su ambientación y por emplear muy bien la leyenda de Jack'o'Lantern, A Kingdom of Sugar Skulls and Marigolds (Eric J. Guignard), por el loquísimo uso del folclore mexicano del Día de Muertos y a Dirtmouth (Stephen Graham Jones) por el juego que propone con el lector y el estilazo que tiene este hombre escribiendo.
Un año más, Halloween pasó y ya han descongelado a la señora esa que canta el villancico pop. ¿Hay algo más terrorífico? Afortunadamente, cada día que pasa es un día menos para el próximo Halloween. Aunque en mi corazón sea Halloween todos los días